19 marzo 2012

IV Domingo de Cuaresma: Primavera


 


Publicado por Entra y Verás
La primavera, en palabras de Ernesto Cardenal, es la resurrección de la naturaleza, después del frío azote del invierno que aletarga y adormece. En nuestro caminar por la Cuaresma, nos acercamos también a nuestra primavera, a nuestro renacer, se supone que con más fuerza que en ocasiones anteriores si es que hemos aprovechado este tiempo de preparación. De todos modos todavía estamos a tiempo de despertar, de espabilarnos. El invierno dentro de tres días quedará atrás. En la vida cristiana no podemos vivir aletargados, escondidos dentro de la madriguera de nuestros problemas. El calor del sol es "mano de Dios" que nos salva y nos lleva a la plenitud, a la salvación. Las lecturas nos muestran la generosidad de Dios, su gratuidad sin medida, su benevolencia hacia nosotros. Si el domingo pasado veíamos como Jesús es el templo vivo, o lo que es lo mismo, la presencia de Dios en medio del pueblo, hoy podemos decir que se nos muestra su verdadera misión y sobre todo los beneficios de la misma. Juan aprovecha el encuentro con Nicodemo para presentarnos en qué consiste el amor de Dios hacia toda la humanidad, y lo hace en un acontecimiento concreto, cifrado en el espacio y el tiempo; con una entrega total, ya que se trata del Hijo único, y en un ambiente hostil lo cual da muestra de la gratuidad del don. Este amor conduce a la salvación siempre y cuando haya un asentimiento de fe, haya un querer ser salvado. Sigue leyendo...