21 octubre 2016

Domingo 23 octubre: ¿Qué me quiere decir Jesús hoy?

En este pasaje del Evangelio según San Lucas, Cristo nos muestra dos formas de presentarnos ante Dios: una llena de orgullo y autocomplacencia y otra humilde, necesitada de Dios y de su perdón.
La verdad es que nadie, por bueno que sea, puede dirigirse a Él sin antes pedirle perdón. Nuestras oraciones siempre deberían empezar pidiendo perdón, porque todos necesitamos de su gracia para corregir esas fallas que todos los días cometemos.
Cuando creemos estar tan bien en nuestra conducta, corremos el riesgo de sentir que no necesitamos de Dios. Y este es el principio del pecado porque estamos dejando de reconocer la grandeza de su amor, sobre nuestras debilidades de seres humanos.
Reconocernos necesitados de Dios es la mejor manera de mantener nuestro corazón abierto a Él. Nuestro Padre sólo puede actuar en un corazón humilde que lo llama y que lo busca.
Cuando hago oración, ¿empiezo por un examen de conciencia honesto y profundo que me lleve a pedirle perdón a Dios?

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